El Loquero: Bienvenidos

Hace tiempo que quería abrir uno de estos espacios de expansión mental cibernética.
Así es que he decidido de una vez por todas actuar y de buenas a primeras poner de manifiesto de qué se trata este Blog: una visión particular más.
Con esto dejo abierta la opción de escribir sobre distintos sucesos acontecidos en esta locura de mundo o Loquero, como quieran llamarlo.

Para inaugurar este Blog me gustaría hacer alusión a la foto expuesta, que apareció ante mí cuando navegaba en el sitio Lun.cl.
Escogí esta foto porque me parece inédita. Me pregunto cómo es que harán, ¿a caso estarán trabajando con Cupido? no creo, ya que nuestra cultura antropocéntrica nos impide concebir la existencia de dioses mitológicos, pero entonces me pregunto algo más elemental: ¿cómo es posible que el lucro haya llegado a interesarse en la vida amorosa de los locos, o gente? Lo veo y lo pongo en términos simples: La sociedad en la que estamos inmersos nos brinda seguridad y libertades mínimas, como la de expresión, pero a cambio de eso nos exige encajar con ella, teniendo como consecuencia, entre muchas otras cosas, la necesidad de recibir ingresos para poder subsistir y poder gozar de los “privilegios” que la sociedad nos brinda. Todo esto a parte de tener que tratar de soportar y sobrevivir los ataques de la Cultura para no caer en una depresión y perder todo lo “ganado” con la sociedad y la cultura.

Llegado a este punto quisiera situarme en la actualidad, y hacerme la siguiente pregunta: ¿es, acaso, tanta la necesidad de recibir ingresos? La respuesta es sí, porque producto del hombre del siglo 21 hemos llegado a tal punto de sobre producir (tanto bebés, empresas, dinero y necesidades) que nos hayamos totalmente condicionados a recibir ingresos, ya que si no, no podemos subsistir prósperamente, y nuestra voz no tiene peso, ¿o es que no recuerdan que los escolares de escasos recursos tuvieron que recurrir a paros masivos para ser tomados en cuenta?
Al final la cultura y la sociedad son un arma de doble filo, ya que para poder preservar nuestras libertades las construimos y usamos, pero llegado a un punto nos coartan hasta de la libertad más mínima, la de expresión.

Volviendo al spot, la Cultura nos tiene consumidos, al punto de que recurre a algo abstracto y, de las pocas cosas que quedan, sin lucro, y nosotros no hacemos nada al respecto. Obviamente hablo del amor.

Quizás mucha gente que pase por este oasis de la conciencia se pregunte: “¿Y qué hace este huevón para remediar todo lo que critica? O solo lo critica…” a esa gente le respondo desde ya que en primer lugar mi labor es crear conciencia, ser los ojos de quienes no los tengan bien abiertos, y en segundo, es evidente que nada puedo yo hacer frente a las garras de este ente creado para “velar por la libertad de todos” llamado Cultura.

Así me despido cordialmente de todos esperando que hayan tenido un momento de abandonar la quietud mental de Msn.

Saludos,

Javier Díaz Gurruchaga
Javodiaz89@gmail.com