sábado, abril 23, 2011

A propósito del lucro en la educación y la movilización de la Universidad Central.

Es lamentable y, a la vez, una verdad incómoda para el portaleano lo sucedido este miércoles a eso de las 18:00 Hrs. en la Facultad de Psicología, hora en la que el Centro de Estudiantes de la misma y el Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales convocaron al estudiantado a informarse sobre la situación de la Universidad Central y sobre las becas de nuestra Universidad, en un foro llevado a cabo en dicho lugar.

A pesar de que el evento estuvo muy bien organizado, a modo de mesa redonda y con información clara y precisa, es lamentable que sólo asistiéramos alrededor de ocho personas, lo que devela el desinterés culpable y la irresponsabilidad cívica y universitaria del estudiantado de la Universidad Diego Portales, reducidos a hacer comentarios escondidos detrás de una red social en vez de asistir a las instancias de diálogo en las cuales se informa y recibe la opinión del estudiantado.

Esta actitud es manifestación de un síndrome que desde hace ya un tiempo padecemos y que de continuar seguramente terminará en reformas indeseables para nuestro País, por lo que en la presente misiva me permito hacer un llamado público a los portaleanos a que se informen y participen de la contingencia nacional ya que si no, sólo estarán perdiendo el tiempo invertido en aulas y bibliotecas.

Hecha esta denuncia, intentaré exponer sucintamente la situación de la indefinidamente paralizada[1] Universidad Central, en base a lo expuesto en el foro.

La Universidad Central fue fundada el mismo año que la nuestra (1982), posee una cantidad similar de estudiantes (entre 11.000 y 12.000) y comparte con nosotros el pluralismo como principio rector de la Universidad.

Es una corporación de derecho privado sin fines de lucro y de propiedad de los mismos profesores y funcionarios, los que se la dividen en acciones a prorrata de sus respectivas jerarquías, garantizándose así el no lucro de esta institución. El 2010 se aprobó un plan estratégico para mejorarla, cuyo costo es de USD 55[2] millones, los que pueden ser financiados de dos diferentes formas: La primera es contratando un préstamo seguritizado, lo que ya han hecho anteriormente, y la segunda es pactando una “alianza estratégica” (que ya fue pactada el 05 de agosto de 2010[3]), que en concreto significa la venta del 45% de la Universidad a la Sociedad Anónima “Inversiones Norte Sur”, ex propietaria del Banco del Desarrollo, la cual está ligada a la Democracia Cristiana[4] y se desempeña en el área financiera, inmobiliaria, de salud, de servicios agrícolas y de educación, en donde participa en ocho colegios y en el Centro de Formación Técnica “Instituto Tecnológico de Computación”, lo que da una suma de aproximadamente 12.000 estudiantes.


Esta venta contempla además parte de los inmuebles utilizados por la Universidad, los que posteriormente serán arrendados por Inversiones Norte Sur a la Universidad, debiendo esta pagar por el uso de de las instalaciones.

Además, dentro del pacto se contempla que un 5% de las utilidades o excedentes se irá a un Fondo de Inversiones manejado por la Sociedad Anónima, capital del cual un 95% de las ganancias que genere se irán para Inversiones Norte y Sur, como ganancia, y el restante 5% se reinvertirá en la misma Universidad.

Por otra parte, la Administración actual, que es la que eventualmente cerraría el trato, debería haber cesado en sus funciones hace ya un tiempo, y a esto se suma que tanto el Rector como algunos Decanos y cerca de cien Docentes fueron destituido abruptamente por defender sus ideales[5], que son los mismos que comparten los estudiantes, lo que constata el proceso de des institucionalización por el que está pasando la Universidad.

Para que el negocio se concrete el Ministerio de Educación tendría que aprobar las necesarias modificaciones al reglamento de la Universidad, dado que esta pasaría de tener una Asamblea General para la toma de decisiones a tener un Directorio, entre otras modificaciones.

Las implicancias de que esto se lleve a cabo son múltiples y de diferentes índoles:

Lo primero que salta a la vista, de manera casi indiscutible, es que la Universidad Central perdería su carácter de corporación educacional sin fines de lucro, toda vez que Inversiones Norte Sur no sólo les pasaría a arrendar los inmuebles que actualmente son de su propiedad, percibiendo la renta mes a mes, sino que además el 5% pasaría directo a un fondo de inversiones, cuyas ganancias en su mayoría se irían para la Sociedad Anónima.

Lo segundo, que la autonomía institucional alcanzada recién el año 1993, es decir 11 años después de su fundación, retrocedería patéticamente toda vez que la Sociedad Anónima tendría un 50% de la toma de decisiones.

Lo tercero, y en relación a la toma de decisiones, es que muy probablemente dejarían de existir carreras no autosustentables, como ha pasado en otras instituciones, por cuanto no reportan beneficio económico. La eliminación de carreras atenta seriamente contra el desarrollo del conocimiento, el que dicho sea de paso, es una parte fundamental del desarrollo de nuestro país.

Cuarto, Inversiones Norte Sur pasaría a tener el dominio de la cartera de estudiantes de la Universidad Central, lo que implicaría el poder de venderla a alguna otra institución, como ellos mismos hicieron con la Universidad del Mar, de donde fueron socios por más de 10 años y recién el año pasado vendieron el 50% que tenían de la casa de estudios a Laureate Internacional[6], lo cual representa un riesgo para los estudiantes, que a través de la cesión de derechos terminan siendo deudores de acreedores distintos a los cuales con los que habían contratado en un inicio.

Y por último, “los alumnos temen que se pase a llevar los principios de la institución como la independencia y el pluralismo al incorporar en importantes cargos a gente ligada a este partido político. Entre ellos, aparecen nombres como el actual rector, Ignacio Larraechea, pariente cercano de la esposa del ex candidato presidencial, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Fábregas, ex candidato a diputado demócrata cristiano por Maipú y Cerrillos; y Sebastián Bowen, coordinador de la derrotada campaña de Frei a la presidencia.”[7].

Todas estas implicancias son, por decir lo menos, nefastas tanto para los estudiantes de la Universidad Central como para el país en su totalidad ya que, en caso que el Ministerio de Educación decrete válido el cambio de estatutos, se sentaría precedente para que en el futuro ocurriera la lucratización de la educación, proceso que actualmente se enmascara con el “progreso de la educación” o bajo palabras de dudosa fidelidad, como las de Vicente Caruz, empresario y socio de Norte Sur, quien al respecto señala: “Nos interesa que (la Universidad Central) pueda realizar suplan de desarrollo y aumentar su número de alumnos, calidad pedagógica, nivel de investigación, es decir, su valor.”[8]. Al respecto, y como contra partida, María Olivia Mönckeberg, periodista y profesora de la Universidad de Chile señala en el prólogo de su obra “El negocio de las Universidades en Chile”: “Detrás de las fachadas de casas o edificios que se llaman universidades, suelen esconderse actividades y operaciones que poco o nada tienen que ver con la vida académica, la investigación universitaria o la formación de científicos y profesionales, las inmobiliarias, las “prestaciones de servicios”, las sociedades anónimas cerradas o limitadas que esconden su verdadera actividad y otras fórmulas habituales ya en ese ambiente, configuran un panorama donde el lucro –aunque se le cambie el nombre- es motor y protagonista central”.

Y aunque el diálogo de los estudiantes con la plana mayor de Inversiones Norte Sur parece ser bueno, tal como señaló Leonidas Rebolledo, Pdte. Del Centro de Alumnos de Ingenería en Obras Civiles al diario La Nación, al decir que en conversaciones, la Sociedad Anónima manifestó que “si ellos ven un rechazo claro de los estudiantes hacia ellos, "hay altas probabilidades de que no se concrete el negocio"”[9], como estudiantes es nuestro deber apoyar a nuestros compañeros de la Universidad Central, tanto por solidarizar con su causa en particular como para evitar que el Ministerio de Educación permita que el lucro entre a las Universidades de nuestro país.

Y entonces, ¿qué hacer? Muy simple: Asegurarnos de que esta lucratización no pueda llevarse a cabo. ¿Cómo? Muy simple: informándose y asistiendo a la marcha nacional que se realizará el próximo jueves 12 de mayo. Mayor información en http://www.cnnchile.com/nacional/2011/04/24/la-confederacion-de-estudiantes-de-chile-convoco-a-un-paro-nacional/

Ahí nos vemos.

Javier Díaz Gurruchaga.




-------------------------

Este artículo sólo refleja mi opinión personal respecto al tema, mas no la de algún grupo o institución a la cual pertenezca.


[6] http://www.invnortesur.cl/documentos/noticias/La%20Segunda%2019082010.pdf Diaro La Segunda, 19 de agosto 2010. Link visitado el viernes 22 de abril de 2011.

[8] http://www.invnortesur.cl/documentos/noticias/La%20Segunda%2019082010.pdf Diaro La Segunda, 19 de agosto 2010. Link visitado el viernes 22 de abril de 2011.

Etiquetas: , , , , ,